https://proyectovivemas.net/

Tu tiempo es oro

Como a la gran mayoría de las personas, a mí tampoco me sobra el tiempo. En este mundo en el que parece que siempre es necesario hacer un esfuerzo más por estar al día, por cumplir con los planes, por llegar a fin de mes, además todo pugna por atraer nuestra atención. No hay aplicación ni contenido que no esté pensado para disputar en ese campo de batalla: atraernos, seducirnos, ofrecernos un rato de tranquilidad y algo de dopamina. Y cuando nos damos cuenta, ya es demasiado tarde para todo lo demás. Claro que no todo lo que hay para ver y hacer online sea irrelevante, pasatista, innecesario y en el fondo muchas veces una experiencia que olvidaremos instantáneamente. De hecho vive+ también disputa en ese campo de batalla, así como muchos otros proyectos de los que soy fiel seguidor y que me aportan a informarme, a educarme, también a entretenerme.

Suelo preparar estos textos con tiempo, investigando, pensando diferentes ángulos y puntos de vista que puedan aportarte novedades, en este contexto del que te hablo: una continua inundación de información sobre la que intentamos mantenernos a flote. No fue el caso esta semana, estoy escribiendo esto hoy lunes, pocas horas antes del horario puntual del mediodía en el que acostumbro enviarlo. Y pienso: qué importante es tener tiempo, quien tiene tiempo tiene libertad. ¿Es el tiempo libre un nuevo lujo? ¿Será que administrar adecuadamente nuestro tiempo en el presente también es una clave para incidir en el tiempo que nos queda, en ese tiempo futuro que hoy nos resulta tan incierto y opaco?

Así como existe la comida chatarra, no hay duda de que pasamos tiempo chatarra, la mayoría de las veces consumiendo contenidos chatarra, mirando espejos que deforman, tratando de encontrar el oráculo que nos dé la fórmula para resolver todos los problemas. Somos todos grandes: Papá Noel no existe, tampoco el genio de la lámpara. Las excusas para no poder manejar nuestros tiempos son válidas cuando aluden a cuestiones excepcionales, no pueden ser la excusa permanente para dejar de hacer lo que de verdad es importante. Es muy habitual oír: “no hago ejercicio porque no tengo tiempo”; o peor: “duermo sólo 4 o 5 horas, porque tengo que madrugar”. Es como si un día empezáramos a justificarnos con el mismo orden de prioridades para decir: “hace tres días que no como, no tuve tiempo”.

Como esta vez el tiempo me faltó a mí, lo voy a dejar acá. No quería dejar pasar la oportunidad de compartir esta idea, no con la idea de mandarte un sentencia con la que tal vez puedas sentir que hay algo de condena sino todo lo contrario: hacerte ver que estás a tiempo de hacer ese cambio, de despertar a un nivel de conciencia diferente que pueda ayudarte a priorizar tus tiempos, a organizar tu presente y construir tu futuro, que es algo que hacemos indefectiblemente cada día.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio