Son tiempos que a veces resultan un poco desconcertantes, indescifrables. De golpe uno camina por la calle, ve el afiche de un artista de nombre desconocido (e impronunciable) que anuncia que su nuevo show en un gran estadio agotó las entradas. ¿Cómo funciona esa opacidad que impide a muchas personas saber quién es un artista que para otros es extremadamente popular? ¿Conviven diferentes capas de realidad? Las redes sociales y sus infinitas posibilidades de segmentar las audiencias y generar contenidos específicos para cada grupo social, cada edad, cada región, cada idioma, para múltiples y simultáneos temas de interés, hacen que veamos lo que buscamos. Alimentar adecuadamente a nuestros propios algoritmos, esos que nos mostrarán “nuestra propia realidad” es una de las tareas claves de esta época, para no quedar prisioneros de un “feed” demasiado limitado, que nos condene a consumir comida chatarra en forma de videos breves. La otra gran tarea es no perder contacto con las personas reales: salir de las pantallas, abrirnos a conocer personas y no dejar de bucear en nuestros vínculos sociales, en los grupos que nos rodean, en no resignarnos a la soledad. Las redes nos abren múltiples ventanas. También pueden dejarnos solos.

Es una semana algo especial para vive+. A poco más de un año del lanzamiento llegamos en Instagram al número redondo de 40 mil seguidores, un pequeño mojón más en este camino de crecimiento firme que semana a semana vamos recorriendo juntos. Sumado a las más de 1.600 suscripciones para recibir semanalmente este servicio de Newsletter, los miles de seguidores en TikTok y YouTube y la gran cantidad de personas que en los últimos meses confió y apoyó activamente nuestras propuestas de guías digitales y talleres, todo esto conforma lo que hoy se conoce como una comunidad. Si estás ahí leyendo es porque un poco o mucho te importa, porque te interesa, te ayuda lo que por acá compartimos. Ojalá despierte tu curiosidad también para abrir otras búsquedas, otras conversaciones y anillos de comunidad con los que puedas vincularte y proyectarte.
¿De qué hablamos?
Converso todos los días con ustedes. Muchas personas que me escriben por Instagram, por WhatsApp, que comentan, que preguntan, que buscan luz y orientación para sus propias oscuridades. Todos estamos un poco en penumbras, tratando de encaminar nuestra energía, nuestra propia existencia en medio de contextos (más allá de lo social y económico, más allá de la canasta básica y llegar a fin de mes), que de por sí son desafiantes. Desde mi lugar trato de acompañarlos con ideas concretas, con iniciativa, con prácticas, con estímulo para movernos, para tener vidas más activas, más naturales, menos sedentarias y ultraprocesadas. Muchas veces flaqueamos, todos lo hacemos, no existe la perfección. Una idea interesante para todo lo que tenga que ver con una vida saludable (ejercicio, alimentación, descanso, vínculos, aprendizajes) es aplicar la regla del 80%: no busques la perfección ni la asistencia perfecta, tratá de cumplir al menos el 80% de tus planes de ejercicio físico, de tus comidas, de tus horas de sueño, de todas tus buenas intenciones, es un porcentaje que te asegura buenos resultados y te deja abierta una ventana para los días de fiaca, de problemas inesperados, de falta de tiempo. La vida misma.

Decía que hablo con ustedes y sé de sus dificultades, de sus necesidades, también de cómo actúa el estímulo cuando se activa la curiosidad, cuando se nos presenta un plan razonable para actuar aquí y ahora en algo que nos preocupa, en algo que sabemos que, si no intervenimos, va a salir mal inexorablemente. Construir nuestra vida saludable implica nuestro compromiso con la idea de ser protagonistas de nuestra propia historia y no dejarla librada a ideas tal vez más cómodas, pero más ineficaces, como “que sea lo que sea”, o “ya inventarán la píldora para curar cualquier cosa”. Quiero rescatar y compartirte un puñado de frases de todas estas conversaciones. Algunas son halagos y aunque se agradecen, no es la idea ostentarlos por pura vanidad, sino darte un reflejo más completo de esta gran conversación. Tal vez te reconozcas en alguna de ellas, por haberla protagonizado o por identificarte con lo que se expresa.
Marcela (54 años): “¡Muy interesantes tus aportes en los newsletters! A veces no es sencilla la propia aceptación, aunque es el principio de todo para seguir creciendo Amo trotar y más las carreras de trail. ¡Hasta el 2020 hice varias experiencias maravillosas! Y ahora que vivo en las sierras, no quiero dejar de aprovecharlas! Ya tengo tu guía de “Trotar sin dolor” y el plan para arrancar nuevamente desde cero… (es interesante recordarle al ego que cada tanto se puede empezar desde cero). Sé que en algún tiempo no muy lejano te contaré lindas novedades.”
Favio (55 años): “Felicitaciones por este proyecto, me parecen excelentes los contenidos y no conozco nada parecido (quizás porque no leía sobre estos temas antes). Muy relevantes e informativos y obviamente, muy bien escritos. Ojalá la cosa siga caminando.”
Carmen (58 años): “Hice la autoevaluación de sentarme y pararme de una silla , la prueba de equilibrio me mostró que tengo más fuerza en pierna izquierda que derecha , también las flexiones de brazos contra pared. No logré todavía hacer caminatas de 30 minutos en total del día.”
Juan Miguel (59 años): “Mi situación actual es: estado casi totalmente sedentario (trabajo de conductor de remís, desde hace 13 años). Medicado y tratado por HTA y Triglicéridos altos (otro motivo más para volver a moverme). También, claro, he detectado pérdida de masa muscular y cambios en el equilibrio. Ya había empezado a cambiar mi forma de comer y viene dando resultados, pero faltaba la “pata” de actividad física. Creo que con la guía me será más fácil no abandonar.”

Ana Laura (55 años): “Buenísimo que además de estimularnos a quienes te leemos a prepararnos físicamente para tener mejor calidad de vida, hagas referencia a la pérdida de biodiversidad (soy ecóloga), no es muy común hablar de esto en lo cotidiano. Yo me propuse mayor conciencia sobre eso que tengo “establecido”, e idealmente reemplazar paradigmas mentales. Sé que es un proceso, que no es de un día para otro, pero al menos concientizarme, cuestionarme, flexibilizar y en una de esas entra algo nuevo a mi vida. ya sea ideas, creencias, hábitos, habilidades.”
Manuel (72 años): “Leí “Trotar sin dolor”. Espero esta semana (como los que tienen sobrepeso que empiezan el lunes) poder comenzar. No sé si te comenté que juego tenis dos o tres veces por semana al nivel que puede tener una persona a mi edad. La idea es suplementar con algo aeróbico y de fuerza. Tiempo hay, ya que soy jubilado. Traté varias veces de ir a gimnasios pero me es muy aburrido y nunca pude tener una rutina acorde a mi edad y condición física. Trataré hoy de leer la segunda guía Volver a tener fuerza.”
Evangelina (70 años): ”Excelente info, tan necesaria en éstos tiempos. Asusta la falta de conciencia con respecto a la obesidad, al sedentarismo. Cuando cumplí 70, me uní a vive+, y empecé, además de yoga, el gimnasio. Gracias a entender que me tenía que ocupar de mi cuerpo, puedo hacer un montón de cosas.”
Norma (63 años): “Leí la guía “Volver a tener fuerza” y comencé hace una semana, me gusta mucho, ¡es una guía simple y muy clara!”
Karina (53 años): “Estoy leyendo la guía y me parece clara y muy didáctica, ya que las fotos ayudan mucho. Padezco fibromialgia (está controlada) y trabajo en comercio 9 horas, sumado a las horas de viaje. Eso hace que no tenga tiempo de ir a gimnasios y también la falta de un seguimiento cuando vas a algún lugar a entrenar. Todo eso hizo que me decida a probar con tu guía.”
Germán (61 años): “Gracias por su interés, son la primera aplicación en cuanto bienestar que consulta cómo fue con el plan enviado. Hace unas semanas me tropecé y el golpe me generó tener una celulitis en la extremidad izquierda generando una infección. Recién me estoy recuperando. Me interesó el programa enviado dado que tengo obesidad y, como bien dicen, perdí fuerza en mis extremidades y estoy a la espera de estar mejor para comenzar. Algunos ejercicios trataré de adaptar dado mi peso.”
Lizzy (67 años): “La guía “Trotar sin dolor” es muy práctica y amena para leer. Creo que aplicable, hoy me encuentro activando mi cuerpo entre caminatas y algo de ejercicio variado acompañada de mi hija, post tendinitis de cadera izquierda, mi cadera tiene también algo de desgaste y lamentablemente tengo artritis reumatoidea, estoy en tratamiento. Durante mi vida hice trotes y carreras varias, la más larga de 12 km hace ya unos 10 años. Las ganas de volver están, por lo tanto en algún momento empezaré con la propuesta de ejercicio. Hoy necesito activar para una propuesta de trekking que tengo.”
Paula (59 años): “Soy fanática de saltar al cajón, saltar con banda y todas las variantes que existan de saltos, solo que el último año me gané tres esguinces en los dos tobillos. Así y todo volví a saltar. El traumatólogo que me atendió en la guardia la última vez me trató de señora mayor que debería dejar de saltar, dedicarme a hacer bici y pilates, o sea, me desahució. ¡Te leo siempre! Veo tu mail en mi correo y busco el momento para leerlo con detenimiento, ¡soy una apasionada del ejercicio!”
Vamos por más
Podría seguir sumando frases y comentarios de todos estos meses, de estas miles de personas con las que día a día me vinculo, con propuestas, con estímulo, con energía que va… y que vuelve. Sin duda es algo que me hace sentir que vamos bien, por un camino que será largo, como esta longevidad que elijo construir. Día a día pensando en el futuro que me gustaría encontrar algún día. Si te resuena un poco todo esto, si sentís que esta comunidad tiene algo que vale la pena apoyar, dale vuelo a la interacción, que tus palabras también me ayudan y me dan fuerzas para seguir adelante. ¡Gracias por estar del otro lado!