https://proyectovivemas.net/

El motor de la pasión

El cambio de año nos hace cavilar acerca de lo que somos y hacemos, nos provoca a generar balances de lo hecho y planes del porvenir. Creemos que manejamos el paso del tiempo y que como en tantas otras actividades del presente, podemos extraer sus métricas para evaluarnos. Estamos perdiendo el tiempo. El tiempo en realidad no existe, es algo que nos inventamos para organizarnos, para relatarnos, para darnos (buenos) motivos para encontrarnos cada tanto con las personas que queremos y decirnos: ¡qué bueno verte!

Lo mismo se nos plantea con las actividades que nos gusta hacer, aquello que nos genera disfrute, que nos da ilusión en los días previos, eso que nos da ganas. Cuando pasa un tiempo en el que, por el motivo que fuese, dejamos de lado esa práctica, inmediatamente nos surge la necesidad de retomarla. No hay mucho que explicar: nos gusta hacerlo, nos hace bien.

Un poco de todo eso me pasó en estos días, en que la pausa del fin de año me permitió juntarme con familia y amigos y a la vez me llevó a interrumpir esta linda costumbre de escribirles. Cada semana es un desafío conectar con ideas y experiencias que puedan tener alguna base científica y que nos permitan tener una vida más activa, más saludable para construir una longevidad lo más larga y feliz que se pueda.

Te escribo porque me importa, porque creo que hay algo nuevo por descubrir, porque estoy convencido de que una generación de personas mayores fuertes y autónomas es posible. Y como me gusta lo que hago creo que también puede gustarle a muchos otros, que también tal vez se estarán preguntando cómo serán sus últimos años de vida, muchos que quieren hacer todo lo posible para llegar bien, para evitar dolores, enfermedades, feas sensaciones. La vejez no es una condena ni es sinónimo de enfermedad.

Les hablo mucho del ejercicio físico y en particular del entrenamiento de la fuerza como un método que la ciencia ha demostrado que funciona. Hoy quiero hablarte de lo otro que hace falta: querer. Querer que eso pase, querer en el sentido de desear y también en el de amar lo que hacés y a quienes te rodean. Te escribo porque me encanta entrenarme para correr maratones y creo que es una de las tantas formas de tener una vida saludable, pero también lo hago por todos los amores que me rodean y que me dan fuerza para arrancar cada día.

Te escribo por Roxana, mi pareja desde hace 10 años, con quien compartimos todo lo bueno y lo no tan bueno que nos pasa. Te escribo porque me gustaría llegar a tener muchos años y seguir dándole vueltas al mundo y a la vida al lado de ella.

Te escribo por Lucas (32), Ulises (27) y Antonia (18), mis hijos en orden de aparición, a quienes veo crecer con admiración y curiosidad acerca de cómo serán sus vidas. Te escribo porque quiero seguir compartiendo con ellos muchos años más, todos los que se pueda.

Te escribo por Teresa, mi madre, que con 78 años sigue dándole batalla a la vida, buscándole cada día la vuelta para renovarse, para seguir moviéndose, para seguir activa, para vincularse y defender su propia autonomía. Te escribo porque mi viejo ya no está, se fue de este mundo a los 62 años, padeciendo mucho estrés y problemas de salud que hoy se pueden prevenir.

Te escribo porque este proyecto me permitió conocer en este año que pasó a un montón de personas brillantes, súper motivadoras, que comparten una visión de cómo podemos activarnos para mejorar nuestro propio futuro. Te escribo por el pequeño equipo de vive+, por Solange, Lucas y Juan que aportan cada día en lo suyo; por Daiana y Ariel que me enseñaron un montón sobre la comunicación online y en redes.

Te escribo porque leo cada día tus respuestas, tus comentarios en las redes sociales, porque veo que impacta y que lo que digo tiene eco, genera interés y ganas de profundizar, algo que hoy en día no abunda. Sueño con que la comunidad siga creciendo como viene haciéndolo y dé lugar a nuevas ideas, como las que ya venimos preparando para lanzar a lo largo de 2025.

Te cuento todo esto y casi me desnudo porque es lo que me apasiona, lo que me hace bien, lo que me genera seguir cada día, empezar con energía, con vitalidad. Seguramente estás pensando en lo que a vos te genera esa misma sensación, no dudo de que tendrás tus propios motores, identificarlos te ayudará a encarar el año con la mejor actitud. Es el motor de la pasión que nos impulsa con más claridad y más eficiencia que cualquier otra energía.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio